Entre las mujeres luchadoras y las voces que aún nos quedan por escuchar, este 8 de marzo queremos contar la historia de Tatiana Espinosa, la voz del Shihuahuaco. Una mujer que, con esfuerzo, dedicación, y la energía de la Amazonía, nos ha enseñado la importancia de este árbol milenario del que sabíamos tan poco. Por eso en estas fechas queremos conocerla un poco más.
Sus primeros años – solo una pequeña niña
En una familia ajetreada, residentes en el Callao, Tatiana nació; siendo la cuarta hermana y penúltima de aquel hogar. Desde muy pequeña y disfrutando su infancia como cualquier otra, Tatiana adoraba los árboles en el parque frente a su casa – adoraba la naturaleza que la rodeaba y se sentía a gusto en ella.
Siendo diez años menor que su hermana Rocío, con diez años de edad, Tatiana solía acompañarla a la Universidad Agraria La Molina. Y es desde aquella edad que Tatiana quedó fascinada con ese sitio y la idea de estudiar ahí.
Su carrera, Costa Rica y el Almendro
Tatiana creció y cumplió su meta; ingresó a la Universidad Agraria La Molina y estudió la carrera de Ciencias Forestales, graduándose en el año 2001. En esta experiencia, si bien Tatiana se enamoró de las expediciones a la selva y aprendió del bosque, aprendió también sobre el uso de los grandes árboles como recurso maderable y el poco valor que se les da como seres que mantienen el ecosistema estable y su importancia para el planeta. En el año 2004 Tatiana solicita una concesión forestal al estado peruano en Madre de Dios.
Buscando más oportunidades, Tatiana consigue una beca para estudiar una maestría en Manejo y Conservación de Bosques Tropicales y Biodiversidad en Costa Rica.
Ahí, Tatiana aprendió una información importante que luego jugaría un rol crucial en su carrera años más adelante – en Costa Rica, el árbol del Almendro (Dipteryx panamensis) estaba protegido por ley puesto que ahí anida la “Lapa verde” (Ara ambiguus) un guacamayo en peligro que a su vez es una de las aves más representativas de Costa.
El regreso al Perú; destrucción y acción
En el 2009, Tatiana regresa a la región de Madre de Dios, donde tenía la concesión que había solicitado años antes. Ahí, le es imposible no notar la deforestación en la zona, producto de la minería y la tala indiscriminada. Y sabiendo que, por el bien de todos, aquella destrucción debía ser detenida, Tatiana entiende que tenía que proteger este bosque.
En el proceso, Tatiana nota que la Amazonía peruana tenía un árbol equivalente a lo que el Almendro era en Costa Rica – el Shihuahuaco (Dipteryx ferrea). Sin embargo, a diferencia de en el país centroamericano, el Shihuahuaco en Perú no estaba protegido, y aún peor, no se sabía mucho de él más allá de su valor maderable.
El nacimiento de ARBIO y la historia del Shihuahuaco
En el 2010, Tatiana decide tomar acciones directas de conservación de esta área de bosque Amazónico, pues por la construcción de la carretera Interoceánica, se proyectaba una notable deforestación en esta parte de la Amazonía. En el año 2010, junto a su hermana Rocío, fundan ARBIO, Asociación para la Resiliencia del Bosque frente a la Interoceánica.
El proyecto se sostiene con pequeños fondos y el gran esfuerzo de las hermanas Espinosa, y luego de mucha investigación, finalmente en el 2020, Tatiana publica un artículo científico en la Revista Forestal del Perú centrado en el Shihuahuaco y hace pública la información sobre este árbol – principalmente sobre su lento crecimiento en el bosque natural y cómo tarda 300 años en crecer tan solo 50 centímetros de diámetro en su tronco. Además, nos habla sobre cómo la extracción ilegal de esta especie es el inicio de una cadena de deforestación en la cuenca del río Las Piedras en Madre de Dios.
Tatiana Espinosa: la voz del Shihuahuaco
Gracias a la labor del equipo de ARBIO, el árbol Shihuahuaco comienza a ser conocido por su valor vivo y no tan solo por su precio en el mercado.
En el 2019, Tatiana gana el premio internacional Dr. Jane Goodall Hope and Inspiration Ranger Award. En el mismo año el Ministerio de la Mujer le otorgó el Orden al Mérito. Además, fue considerada una Heroína de de la Peruanidad en el libro «Héroes y Heroínas de la Peruanidad, Historias para Celebrar el Bicentenario» de editorial Planeta en el 2021. Y así, Tatiana poco a poco ha comenzado a ser reconocida como una figura importante en la conservación, en la ciencia, y en la lucha por la defensa del bosque amazónico de nuestro país.
Al igual que Tatiana, muchas mujeres están en primera línea de la conservación del bosque de manera voluntaria o comunal. No solo enfrentan riesgos por la gran desigualdad de género sino también por la defensa de sus territorios, ecosistemas vitales para el bienestar de toda la humanidad.
Sin bosques no hay futuro.