21 de Marzo, Día internacional de los bosques
Por: Tatiana Espinosa / Rocío Espinosa
El sistema inmune de nuestros antepasados coevolucionó con su entorno. Hay miles de millones de virus, bacterias y otros microorganismos a los que los seres vivos están expuestos diariamente. Algunos son benéficos y otros no, por lo que la vida aprendió a colaborar con los benignos y a encontrar el balance con los otros gracias al desarrollo de su sofisticado mecanismo inmunológico.
Hace solo un par de décadas, se pensaba que los bosques tropicales y los entornos naturales intactos repletos de vida silvestre amenazaban al hombre por albergar los virus y patógenos que conducen a nuevas enfermedades en los humanos, como el Ébola, el VIH y el dengue.
Pero la investigación actual está demostrando que en realidad es la destrucción de la biodiversidad que realiza el hombre lo que crea las condiciones para que surjan nuevos virus y enfermedades como el coronavirus (Covid-19).
A medida que la pérdida de hábitat y biodiversidad aumenta a nivel mundial, el brote de coronavirus puede ser solo el comienzo de pandemias masivas. Cortamos los árboles, matamos a los animales o los sacamos de su hábitat natural para llevarlos a los mercados. Interrumpimos la conectividad de los ecosistemas y liberamos los virus de sus anfitriones naturales (la fauna silvestre). Cuando eso sucede, necesitan un nuevo hospedero. A menudo, somos nosotros.
Por otro lado, recientemente estudios muestran que pasar tiempo en la naturaleza mejora el estado de salud. Una investigación de la Escuela de Medicina de Nippon en Japón ha demostrado que estadías en los bosques aumentan el número de células asesinas naturales, que promueven el sistema inmune, además de incrementar la actividad funcional de células antivirales.
La investigación también mostró que las visitas al bosque aumentan la cantidad de proteínas anticancerígenas intracelulares y que incluso, este efecto duró una semana completa después del viaje. Ninguno de estos efectos se observó después de los viajes a la ciudad. En Japón ya existen los conocidos paquetes de turismo llamados Baños de Bosque – Shinrin Yoku, que promueven una estadía de inmersión en el bosque con grandes beneficios en la salud. El término «shinrin yoku» significa literalmente «absorber la atmósfera del bosque» y fue acuñado inicialmente por técnicos de la Agencia Forestal de Japón.
Se estima que al menos dos millones y medio de japoneses participan cada año en sesiones de terapia de bosque, en las que son conducidos por guías o terapeutas forestales.
A partir de esto, siendo nuestro país tan rico en bosques, podríamos empezar por promover estas actividades. Nuestros bosques ofrecen mucho más que los recursos maderables por los cuales son explotados y deben ser vistos con otra mirada. Bosques primarios sanos, llenos de vida silvestre, biodiversos, son los que cumplen las funciones de salud planetaria, resultando en beneficios para la salud humana.
Estos tiempos de cuarentena debido al brote de COVID-19, son el momento perfecto para reflexionar sobre lo que podemos hacer para mejorar nuestro sistema inmunológico. Aprovecha estos días para cuidarte y pensar en el cuidado que desde ahora debemos dar a la naturaleza. Nuestra salud depende de la salud de ella. Hemos invadido áreas naturales con nuestras ciudades, hemos depredado fauna y flora indiscriminadamente. Ahora que vivimos las consecuencias, nos queda tomar acción hacia un cambio con empatía y responsabilidad hacia nuestros bosques.