Por: Rocío Espinosa
La última semana de enero se activó una alarma en la ciudad de Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios, acerca de la presencia de dos jaguares u otorongos (Panthera onca) que habían pasado las fronteras de la Reserva Nacional Tambopata y se encontraban en las inmediaciones del aeropuerto, es decir, habrían ingresado a la ciudad. Inmediatamente la autoridad competente dedicó esfuerzos orientados a capturar a los animales, lo cual tuvo éxito al caer la hembra en una trampa especialmente preparada.
Dos días más tarde se confirmó que el otro jaguar habría retornado a su hábitat y se procedió a liberar al jaguar capturado, navegando el río Malinowsky hasta entrar a la Reserva, donde en una orilla se liberó al animal.
Esta historia no puede sino conmovernos acerca de muchos temas relacionados al ecosistema amazónico, a la depredación de los bosques que obliga a la fauna a salir de ellos en búsqueda de lugares más seguros, al crecimiento desmedido de las ciudades sin planificación alguna en relación al respeto por las áreas naturales, a la naturaleza misma del hombre que finalmente debería ser parte y convivir en armonía con ella, etc.
En el bosque que protege Arbio
en la cuenca del río Las Piedras provincia de Tambopata, hemos registrado la presencia de diversos felinos como este jaguar u otorongo (Panthera onca), además hemos documentado con video y fotografía de cámaras trampa a pumas (Puma concolor), margay o tigrillos (Leopardus wiedii), ocelote (Leopardus pardalis) y yaguarundí (Herpailurus yaguarondi). La presencia de estos animales nos indica el buen estado de conservación de su hábitat y presencia de presas (por ejemplo venados y roedores).
