Para continuar nuestras investigaciones en el bosque y poder contar con una base de datos exacta de la flora en nuestra área protegida, en ARBIO tenemos un inventario de las especies más interesantes de árboles. Censando grandes árboles en el bosque amazónico, más específicamente, en el área de nuestra concesión, somos capaces de saber las características de cada árbol, la distribución espacial de las especies, su relación con la fauna silvestre y muchos detalles más.
La metodología
Para realizar un censo de árboles en medio de la Amazonía peruana se requiere un equipo de personas entrenadas. Muy temprano abandonamos la Estación de ARBIO para adentrarnos al bosque e iniciar la exploración. Vamos avanzando por las trochas previamente demarcadas y gracias a profesionales y conocedores de nuestra selva buscamos e identificamos a cada lado (50 metros a la derecha y a la izquierda), árboles importantes e interesantes para futuras investigaciones.
¿Qué datos tomamos?
Sabemos cómo funcionan los censos en las ciudad para las personas, ¿pero sabemos cómo funcionan estos en los bosques para los árboles? No se trata tan sólo de contar cuántos árboles hay y qué especies son, hay mucha más información valiosa que debe recogerse.
Una vez se encuentra un gran árbol de las especies que nos interesan, lo primero que se hace es tomar las coordenadas del lugar exacto donde está el ejemplar a censar. Una vez con esa información, se inicia la recolección de datos. Por un lado, se mide la altura total del árbol con un hipsómetro láser. Paralelamente, otras personas van midiendo la circunferencia del tronco a diferentes alturas con un centímetro para así poder calcular el diámetro. Al mismo tiempo, se van buscando en el suelo semillas o regeneración de la especie para saber si aquel árbol es una buena fuente semillera. Es importante también saber la fenología, es decir, si se encuentra con frutos, o en floración, o botando sus semillas, y observaciones sobre presencia de nidos, madrigueras y otros indicios de animales del bosque asociados a ese árbol.
Aquellos datos se van recolectando por una persona que apunta todo, toma fotos, y guarda la información en una aplicación que ha sido desarrollada por ARBIO específicamente para este fin, llamada CENSARBOL. Y por último, se le coloca con cuidado una etiqueta que profesa (indica) el nombre común de la especie, su nombre científico, y un código único a cada árbol, asignado para contar con una base de datos ordenada y transparente.
La experiencia en campo
Censar árboles en el bosque no es tan solo una actividad monótona y exclusivamente científica. En el proceso, la admiración por la naturaleza, el amor por el bosque, y la conexión con la madre Tierra son inevitables. Seguimos aprendiendo y descubriendo cada vez más de este maravilloso ecosistema amazónico del que aún sabemos tan poco.
En ARBIO queremos contribuir a la realización de más investigaciones, mientras, al mismo tiempo, protegemos y conservamos a los gigantes en pie.
La labor en campo no es sencilla, pues además de largas horas de caminata, se debe combatir contra los mosquitos, la infinidad de insectos, y el aplastante calor de la selva. Sin embargo, todo aquello tiene sus recompensas. Internados en un bosque primario, no solo son los majestuosos árboles milenarios lo que encontramos en nuestras caminatas, sino también toda la variedad de fauna que, a veces muy escondida, de vez en cuando decide acercarse a saludar.
Censando grandes árboles en el bosque amazónico
¿Cómo podemos querer proteger algo que no amamos? ¿Y cómo podemos amar algo que no conocemos? Por eso, en ARBIO ponemos mucha importancia en actividades como el censo de árboles para continuar con la construcción de nuestro inventario.
Estos árboles están disponibles en nuestra plataforma online de apadrinamiento de grandes árboles. Así, a través de nosotros, personas de cualquier parte del mundo pueden sumarse a la protección de centenarios árboles y, quizás, algún día venir a conocerlos en persona.