1. Rechazar desechables / bolsas de plástico y llevar bolsas propias al ir de compras
El ecologista industrial Roland Geyer, de la Universidad de California en Santa Bárbara, Estados Unidos publica un artículo en la revista Science Advances, en el que indica que el volumen total de todo el plástico producido es del orden de 8.300 millones de toneladas. De ese número, unos 6.300 millones de toneladas ahora son residuos, y el 79% de ellos se encuentra en vertederos o en el entorno natural.
Esta gran cantidad de desechos fue impulsada por la vida moderna, donde el plástico se usa para muchos artículos desechables o de «uso único»: desde botellas de bebidas y pañales hasta cubiertos y palillos de algodón. El tiempo que requiere este material para biodegradarse varía entre 50 años para un vaso de polietileno, hasta 450 años para el caso de las botellas.
Si entre todos empezamos a rechazar el uso desmedido de este material podremos detener el crecimiento, ahora insostenible e imparable de la contaminación por plástico en el planeta.
Además de llevar bolsas de tela o canastas para hacer las compras para reducir el uso de plástico, también debemos incorporar el uso de nuestra propia botella o tomatodo para evitar los descartables.
2. Ser un consumidor responsable con el medio ambiente
Compra productos que incorporen en sus buenas prácticas la inclusión de estándares ambientalmente responsables. Otra forma es comprar a los pequeños productores locales y artesanales, ya que ellos impactan de menor manera el medio ambiente al ofrecer sus productos en la misma área de influencia. También considera disminuir el consumo de productos importados, ya que el transporte desde largas distancias es un costo ambiental importante.
Cuando compres productos derivados de madera investiga su procedencia, pues en el Perú el volumen de la producción ilegal de madera representa el 41% de la producción total de la misma. No seamos cómplices de un negocio que destruye el ecosistema amazónico. ¡Evitemos el uso de maderas duras cuyos árboles son especies de lento crecimiento y demoran cientos de años en crecer! ¡No compres madera de Shihuahuaco!
3. Hacer trueques y comprar de segunda mano
Busca establecimientos que ofrecen ropa de segunda mano, o en pequeñas ferias locales en tu comunidad. El trueque o intercambio entre amigos también puede ser promovido, tanto en ropa, como en juguetes, herramientas, libros y otros artículos en desuso y que otros pueden darle valor de uso.
4. Clasificar la basura y compostar la orgánica
Separar la basura orgánica para compostarla en casa es un buen primer paso para sentir que retornamos a la tierra nuestro consumo transformado en abono que la nutre. Clasificar los desperdicios va a permitir reciclar y disponer de una mejor manera la basura en los vertederos municipales, pero lo que es mejor, nos crea una responsabilidad frente a tomar acción sobre nuestros desperdicios de tal manera que en lo sucesivo seremos más conscientes como consumidores. Esto nos llevará a crear una economía circular.
5. Cultivar y cuidar alguna planta
Puedes plantar un árbol en tu casa o en un parque, pero si no tienes el espacio para hacerlo puedes plantar en macetas diversas plantas, desde hierbas aromáticas para tu propio consumo hasta variedades de flores que puedan atraer aves o insectos, como picaflores o abejas que en su labor de polinizadores se vean favorecidos con su presencia.
6. Apoyar a la conservación de los bosques u otras áreas naturales
La naturaleza somos todos, aunque nos hemos desvinculado de su ciclo natural y nos hemos situado por encima abusando de la explotación de sus recursos. Es tiempo de reintegrarnos a ella, respetando todas sus formas de vida, rescatando aquello que requiere nuestra intervención.
No debemos dejar solo en manos de los gobiernos el cuidado de las áreas naturales, todos podemos involucrarnos a través de organizaciones privadas como Arbio, que protege una zona en peligro de deforestación por la tala ilegal selectiva de los grandes árboles amazónicos.
¡Apadrina una hectárea de bosque amazónico con Arbio!
7. Donar mi tiempo a una buena causa ambiental
Como voluntario presencial o virtual puedes donar tiempo a organizaciones que requieren apoyo en la conservación de la naturaleza. Desde el cuidado de animales rescatados, la investigación de la flora y fauna, el desarrollo de modelos sostenibles de conservación privada, hasta el apoyo virtual en la traducción de documentos, asesoría técnica digital, etc.
8. Sumar a más personas
En tu círculo de amistades y familia es el primer lugar donde puedes ser el mejor ejemplo con tus nuevas acciones verdes. Eso inspira a todos alrededor y se contagia. En redes sociales comparte tus nuevas acciones, ¡te conviertes en un promotor ambiental activo para hacer algo positivo por el planeta en este nuevo año!
Referencia: 10 things you can do save the rainforest
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