En esta ocasión, queremos ahondar en la importancia del sector privado en la conservación del bosque amazónico. En cómo, desde las personas y empresas, se pueden lograr grandes objetivos y cómo su aporte se traduce a la protección de la Amazonia, el corazón del planeta Tierra.
¿Cómo inició todo?
Arbio se crea con el objetivo de proteger el ecosistema amazónico en la selva de Madre de Dios, en un área de bosque patrimonio de todos los peruanos. Desde el inicio se invitó a las personas amigas a colaborar y años después se orientó a empresas privadas, a sumarse adoptando áreas de bosque.
Por el año 2010, cuando la iniciativa de conservar el bosque Amazónico comenzaba a tener forma ante las amenazas que se preveían venir por la nueva carretera Interoceánica, el equipo de Arbio desarrolló un sistema de donaciones y aportes que pudiesen involucrar a todos en la protección de la Amazonia.
Así se creó el apadrinamiento de hectáreas para financiar las labores en esta concesión de conservación. Cada persona podía elegir un área dentro del mapa de 916 hectáreas y, tras un pago a manera de donación, esta persona estaba financiando la conservación y protección del bosque de una manera significativa: con una hectárea a su nombre. Con esto, el nuevo protector de la Amazonia no solo recibía un certificado digital, sino que podía visualizar, en el mapa de la concesión en la web, su nombre como protector del área seleccionada.
Protegiendo grandes árboles Amazónicos
Contando con aquel sistema innovador para el sector medioambiental, a partir del 2018, se lanzó también la modalidad de adoptar grandes árboles. Esto fue posible gracias a que Arbio cuenta con una base de datos con los árboles que censa y monitorea en la concesión, habiendo sido estos localizados, medidos, estudiados, e ingresados a su base de datos y sistema de adopción de grandes árboles. Así, con la misma idea de las hectáreas, las personas podrían involucrarse al direccionar su donación para proteger un gran árbol específico, recibiendo, posteriormente, un certificado digital con la información del árbol, e incluso poder darlo como regalo a otra persona en alguna ocasión especial.
En evolución constante
Ambos sistemas -tanto las hectáreas como los árboles- fueron evolucionando con el tiempo, en vista de sugerencias de nuestros donantes, la demanda del mercado, la evolución de la tecnología, mejores capacidades, y, tal como en la naturaleza, constante evolución.
Los árboles crecieron, no sólo en número, debido a las constantes exploraciones en la concesión, lo cual nos permitió descubrir y monitorear a más árboles centenarios; sino también en opciones para ser apadrinados. Actualmente, el sistema cuenta con certificados personalizables, donde si desea, la persona puede apadrinar un árbol para sí misma o a nombre de alguien más, como un regalo de aniversario o por el nacimiento de un bebé.
Una opción muy interesante es regalar la protección de un árbol centenario a la familia o persona que ha perdido un familiar, se regala un árbol en memoria de aquella persona que partió, para que en su nombre se proteja un ser que nos da vida en la Amazonía. Es un regalo que lleva un mensaje profundo de trascendencia para honrar la vida y la memoria del que nos deja, una opción diferente a las coronas de flores que llenan los velatorios y finalmente mueren y terminan en la basura.
El sector privado en la conservación del bosque amazónico
Por otro lado, el sistema de hectáreas que financiaba las operaciones de Arbio cambió drásticamente de la mejor manera para llevar este servicio a un siguiente nivel. Las personas quieren apoyar a la conservación de la Amazonia, y las empresas están formadas por personas. Y la belleza de aquel hecho se hizo presente cuando, en el 2021, tras el lanzamiento de la nueva plataforma de adopción del bosque orientada a empresas, BanBif mostró interés en apadrinar hectáreas a nombre del banco por sus 30 años de aniversario. No solo una o dos hectáreas como solía funcionar el apadrinamiento personal, sino 30. Su compromiso con la protección del bosque Amazónico y la confianza en el trabajo de Arbio abrió las puertas para que otras empresas interesadas en apoyar pero que no sabían cómo, pudieran tener esta opción de conservar el bosque entre sus estrategias de sostenibilidad y medio ambiente.
Actualmente, Arbio cuenta con grandes empresas como aliados y con mucho orgullo, sus logos y nombres figuran en el mapa de la concesión en la página web.
También ofrece el sello de Guardabosques Arbio, que algunas empresas lo vienen usando acompañando su firma digital en los correos corporativos.
Este 2024, Arbio cuenta con alrededor de 20 aliados, empresas grandes, medianas y pequeños emprendimientos que entienden su responsabilidad con el planeta y permiten que la labor de conservación de este bosque sea posible. También se han sumado empresas extranjeras como Little Saints (USA), Blossom Inspirations (USA) y Regenerators (DEN). Entre los aliados nacionales está Grupo AJE, FBBVA, SPH, BanBif, Hoteles Ananay, Grupo Vida Sol, Mitsui Automotriz, Ignis, Caja Arequipa, Caja Cusco, Go NetWork, Revoredo y Asociados.
¿Cómo formar parte?
Contacta a un representante de Arbio para saber más acerca de sus paquetes corporativos de conservación. Los paquetes incluyen además del área de bosque a proteger, certificados de grandes árboles para regalo, acompañamiento para campañas de comunicación corporativas, material audiovisual propio, charlas a la interna a los colaboradores o para públicos objetivo puntuales.
La labor de conservación del bosque es tarea de todos, ¿te unes?