Se define como cambio climático a las fluctuaciones a largo plazo de la temperatura, las precipitaciones, los vientos y todos los demás componentes del clima en la Tierra. Actualmente es casi un consenso entre los científicos climáticos de que lo que estamos viendo en el clima del planeta, principalmente en los últimos cincuenta años, es consecuencia de las acciones humanas. Necesitamos un cambio a nivel global en los patrones de consumo.
El ser humano al mejorar su calidad de vida, empezó a consumir mucha más energía, materiales que vienen de los recursos naturales. Se ha reducido mucho el área de selvas del globo terrestre provocando la modificación de la cantidad de gases en la atmósfera. Según Carlos Nobre, climatólogo brasilero, esos gases se producen en pequeñas proporciones; no están en gran número, como el oxígeno y el nitrógeno —el 78% de la atmósfera está compuesta de nitrógeno y casi el 21%, de oxígeno— y que aun siendo elementos que están en una cantidad pequeña, son muy importantes. El principal de ellos es el vapor de agua, que, además de propiciar la existencia del agua líquida, es responsable de la vida en nuestro planeta. Este y otros gases, por ejemplo, el gas carbónico, funcionan como una especie de cobertura planetaria.
¿Calentamiento Global o Efecto Invernadero?
La Tierra recibe el calor del Sol durante el día y se calienta. En la noche, esa energía solar vuelve al espacio. Esos gases se ponen en el camino de esa energía que está yendo para el espacio, toman parte de ella y la devuelven al planeta. El nombre de ese fenómeno es el efecto invernadero; esto es beneficioso, porque la Tierra está a una distancia del Sol que, si no fuera por esos gases, ella sería una bola congelada. En ese caso, la temperatura del planeta en la superficie sería de aproximadamente 18 grados bajo cero y toda el agua estaría congelada en la superficie.
Estudios recientes han revelado que la absorción del dióxido de carbono de la selva a través de la fotosíntesis está disminuyendo, lo cual, según Nobre, demuestra que la ‘sabanización’ ya no es una proyección teórica: “Hay señales preocupantes de sabanización. Es algo que estamos viendo suceder en la Amazonía, principalmente en el sur y estamos cerca de exceder el punto de no retorno”, advierte. Según sus cálculos, el llamado punto de no retorno en el proceso de “sabanización” podría alcanzarse en un periodo de 15 a 30 años en caso de que el calentamiento global prosiga su ritmo actual y que se tale un 20 o 25 % de la Amazonía.
Las consecuencias de la «Sabanización»
La selva amazónica almacena entre 100.000 y 120.000 millones de toneladas de dióxido de carbono en su biomasa. Pero en caso de que se convirtiese en una gran sabana, dos tercios dejarían de ser absorbidos por la selva e irían directamente a la atmósfera, según Nobre.
De esa forma, asegura, será imposible limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados, como prevé el Acuerdo de París, lo que tendrá un efecto directo en la estabilidad climática regional y en la agricultura de Sudamérica.
Además de la pérdida «masiva de cientos de miles de especies», la «sabanización» del mayor bosque tropical del planeta también podría abrir la puerta a nuevas pandemias como la del nuevo coronavirus.
«Si perturbamos el ambiente con mayor número de microorganismos vivos del mundo corremos el riesgo de generar nuevas pandemias. ¿Por qué la Amazonía no generó una gran pandemia siendo un lugar con miles de especies de coronavirus y arenavirus? Hasta ahora es un misterio que la ciencia no consiguió explicar», señala.
Y agrega: «El riesgo de pandemias originarias de la Amazonía es enorme. La ‘sabanización’ perturba ese ambiente de microorganismos y muchos pueden salir de la Amazonía junto con animales que van a perder su espacio».
¿Cómo lograr el equilibrio?
Esto solo sucederá por la enorme voluntad de las personas, por un cambio en el comportamiento a nivel global en cuanto a los patrones de consumo. Esto implica una transformación a nivel interior hacia un consumo responsable para satisfacer las necesidades y la felicidad, pero sin excesos, sabiendo que los recursos son finitos.
Recientemente en la COP26 el gobierno peruano suscribió la “Declaración de Glasgow sobre los bosques y el uso de la tierra” que busca conservar los bosques y otros ecosistemas terrestres y acelerar su restauración para detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para el 2030.
La solución no vendrá sencillamente de la firma de acuerdos. Por muy bien intencionados que sean, solo buscan establecer herramientas y mecanismos de equilibrio entre pérdidas y ganancias. Esto requiere un acuerdo a nivel de conciencia global. Que no requiere firmas. Es necesario, por ejemplo, reciclar y reutilizar todo, principalmente los recursos naturales. Requiere una transformación del sistema educativo mundial, que promueva un gran cambio de valores, para que se construya una sociedad menos materialista.
Una de las formas de lograr este equilibrio es también sumándose a la labor de organizaciones como ARBIO Perú que dedica sus esfuerzos en la conservación de ecosistemas naturales prioritarios como el amazónico. De manera sencilla a través de su plataforma online ofrece la oportunidad de proteger un gran árbol en peligro de tala, a través del cual, la persona obtiene un Certificado de Protección a su nombre con los datos del árbol protegido, o a nombre de la persona a quien quiera ofrecer esta acción como regalo de cumpleaños, en navidad, por aniversario o nacimiento de un niño. Para proteger un monumento de éstos entra a:
Más información:
https://www.efeverde.com/noticias/carlos-nobre-hay-senales-preocupantes-sabanizacion-amazonia/