Por: Rocío Espinosa
En la inmensidad del bosque amazónico existen seres de una longevidad poco conocida. Se trata de los árboles de madera dura, también conocidos como “Iron Wood”, cuya característica principal es la dureza de su tronco, de tal intensidad que no se puede perforar con un clavo.
Esta cualidad los ha convertido en una especie muy cotizada para el sector de la construcción, sobre todo para los pisos de madera. Su demanda ha promovido su explotación masiva y corren el riesgo de extinguirse, tal como sucedió en décadas pasadas con el cedro y la caoba.
El problema en la explotación de estas especies es que su crecimiento es muy lento. Para lograr crecer 51cm el diámetro de su tronco, deben pasar alrededor de 300 años, de acuerdo a estudios sobre la especie Shihuahuaco (Dipteryx micrantha) recientemente obtenidos por Tatiana Espinosa en una investigación realizada en la región de Madre de Dios entre los años 2018-2020.
Debido a ello, son especies en riesgo de tala ilegal. No son recursos renovables, como sucede con otras especies de árboles de crecimiento rápido. De estos árboles podemos decir que son Monumentos Naturales.
El año pasado, tras el fallecimiento de una joven ingeniera forestal, sus amigos decidieron dedicar un árbol milenario a su nombre en su memoria, para que trascienda el recuerdo en un ser vivo que se protege y se permite que continúe ofreciendo vida en el bosque amazónico. En lugar de regalar coronas de flores, que luego se marchitan y mueren, la opción de regalar la adopción de un árbol amazónico ofrece un sentido de trascendencia y de expansión de vida, de conciencia ecológica y solidaridad con la naturaleza.
Así nació la idea del Árbol del Recuerdo. Hoy, en estos tiempos que no podemos llegar con un abrazo a los amigos o familia que pierden seres queridos, ARBIO Perú ofrece esta opción, la de regalar un Certificado de Adopción de un Árbol.
Por otro lado, también puede ser una buena opción de regalo para celebraciones como son el nacimiento de un bebé, cumpleaños, aniversarios, etc. Este obsequio generará alegría y conciencia de solidaridad porque en nombre del agasajado se está protegiendo el bosque y generando más salud para el planeta.
El árbol protegido forma parte de 916 hectáreas (2300 acres) de bosque protegido por ARBIO Perú, donde se conservan además de estos grandes seres milenarios, toda la fauna y flora que alberga este ecosistema. La organización realiza desde el año 2010, labores de protección, investigación, concienciación y educación ambiental, en un área de bosque primario en constante amenaza de deforestación y tala ilegal en la Cuenca del río Las Piedras Tambopata, Madre de Dios.
La adopción tiene un valor de US$50 / año. Se puede adoptar a perpetuidad por US$200. La organización ofrece un Certificado digital con imagen de la especie y ubicación geográfica.